viernes, 18 de septiembre de 2009

Fantasma mental

Las otras veces que no sucede.



Hay veces que los recuerdos te hacen sonreír, divagar y mirar el pasado con ojos alegres e independientes. Otras veces un recuerdo feliz puede ser más destructor que el recuerdo más triste de tu vida. ¿Por qué será esto de esta forma?, simplemente por que existe la realidad. Y los recuerdos son analizados en el presente según las circunstancias de ese momento, lo que los transforma y adecua en una versión nueva, fresca del recuerdo que se vuelve hecho al repensarlo. El hecho feliz en ese pasado lejano, en el presente se vuelve un arma de destrucción de la felicidad personal, si es que pereció esa imagen feliz que tenías de la persona que lo protagonizaba.

Es entonces cuando salen a la vista esos fantasmas que son los que inventaste creyendo que esa persona era como creías. Pero en la realidad el golpe duro te avasalla con que ni se asoma a la mera verdad. Están esos hechos que te abren los ojos a la verdad y tarde o temprano se cae en la dura realidad. Esa dura realidad es la contraposición a la realidad imaginaria, aunque parezca utópico y contradictorio que exista una “realidad imaginaria”. Es realidad personal por que únicamente es del sujeto que la experimenta, son míos, no es lo que sinceramente es. Se confunden cuando la persona idealiza a la otra, llegando al punto que ella misma lo cree e endiosando a un ser humano. ¿No es así el enamoramiento? Un endiosamiento del otro.

Está en eso el problema de las relaciones entre seres, que luego de un tiempo tarde o temprano terminan necesariamente por saber y resignarse a la verdad. Entonces el sujeto imaginario da lugar al sujeto real, con sus defectos marcados en relación al anterior.

Sin embargo esos recuerdos felices del pasado se vuelven el fantasma terrorífico del presente, del dolor y la agonía. Me deshice del sujeto imaginario, pero aún quedara el recuerdo de mi mente, ese fantasma que me impide progresar, que me ata al ideario de querer que la realidad sea imaginaria, lo que no es su esencia.