domingo, 21 de febrero de 2010

Bandera Blanca

"No se puede luchar solo en el amor"
En el medio del mar, de lagrimas saladas que derramé por ti todo este tiempo que te fuiste, sin motivo, sin razón y de forma terminante. Lo más cortante de mi vida, el dolor más feo y horas sin dormir, dolor corporal, falta de hambre y otras consecuencias poco favorables para mi persona. En ese lugar solitario, donde uno se puede ahogar o flotar, decidí caerme, y aguantar la respiración, un rato, después volvía a ver la superficie, que seguía igual y yo en mi mar de lágrimas.

Tú perfecto inmutable, si tenías sentimientos no los mostrabas, no los decías ni a tu sombra, ni a ti mismo. Injusta situación que me había creado a mi misma. Ahogada y sin aire en medio de mis propias lagrimas y tú sequito y feliz en la orilla. Que irónica que es la vida. Simplemente era como yo lo había tomado. Dos formas de ser opuestas y dos maneras de hacer un duelo.

Así como estaba pensé y desee tanto frenar, parar de llorar, que cuando lo logré, me di cuenta que tenía mi remera empapada, mis ojos rojos y mi cara hinchada. Simplemente no era la persona feliz de hacia tiempo, de antes de conocerte y en el tiempo que te había conocido. Era en vano luchar contra la corriente, contra los rechazos diarios tuyos. Te había dicho que iba a luchar, pero esto no era una lucha de a uno, era de a dos, y tu te habías rendido mucho antes.

Por eso ahora cuando estoy casi ahogada por el peso de mi propio dolor, de las lágrimas diarias que derrame por ti, por el dolor que me ocasionaba perder a alguien que realmente amé. Alzo mis manos con una bandera blanca, me rindo al tiempo y a la expectativa de que vendrán momentos mejores, me rindo y te pierdo si es lo mejor para tu vida y la mía. Era en vano luchar en fin por una persona que no siente nada, que agoto sus palabras en un: “No te amo” simple y sencillo.